Brilló sobre el césped y ahora da la cara por la arena. Tras muchos goles y disputar dos Copas Mundiales de la FIFA™, Nuno Gomes colgó las botas en 2013. Ahora es uno de los embajadores de la Copa Mundial de Beach Soccer de la FIFA, que se celebra en Portugal del 9 al 19 de julio de este año.
En su carrera, marcó más de 220 tantos en encuentros oficiales con Boavista, Benfica, Fiorentina y Braga, jugó 79 partidos con la selección portuguesa (29 goles) y participó en los Mundiales de 2002 y 2006, así como en la Copa Mundial Sub-20 de la FIFA Qatar 1995. Son razones más que suficientes para ser elegido como uno de los rostros del Mundial de Beach Soccer que se celebrará en Espinho.
“Como todos los portugueses, estoy entusiasmado con el Mundial de Beach Soccer y muy orgulloso por haber sido elegido como uno de sus embajadores. Tenemos todas las condiciones, y más, para organizar un gran torneo. Espero que todo transcurra bien y que, dentro del campo, Portugal pueda responder, como acostumbra a hacer en esta modalidad”, explicó Nuno Gomes a FIFA.com durante la ceremonia de presentación del certamen.
Después del gran éxito de la organización del Mundial Sub-20 de 1991 y la Eurocopa de 2004, el exdelantero confía en volver a ver el gran ambiente festivo de estas grandes citas en la Praia da Baía, en Espinho.
“Estoy convencido de que la organización será magnífica. Portugal tiene unas playas excelentes, y en Espinho a la gente le gusta mucho el fútbol playa y siempre acude en masa. Ahora no hay más que dar continuidad a la apuesta que la FIFA ha hecho por Portugal. Estoy seguro de que va a ser una edición memorable", asegura.
La dificultad de la arena
Las diferencias entre el fútbol once y el beach soccer son inmensas, pero la atracción de la pelota es el común denominador. “Me gusta todo lo que tenga que ver con el fútbol. En la playa se convierte en un deporte todavía más complicado. Parece fácil, pero quien haya jugado en la arena, aunque fuese con amigos, sabe lo difícil que es. Cansa casi el doble que jugar en el campo. Yo solo soy un espectador asiduo, y disfruto muchísimo viendo los partidos de nuestra selección”, confiesa el exinternacional portugués, que, aun con una buena disposición para afrontar nuevos retos, explica que nunca pensó en seguir los pasos de otras estrellas del césped que se atrevieron luego con el beach soccer.
“Preferí no planteármelo nunca. Voy a dejar que hable mi ego: probablemente conseguiría algún éxito en el fútbol playa si me dejasen jugar en punta, tranquilo, esperando a que me llegase el balón para no tener más que empujarlo a la portería. Pero incluso eso sería complicado: cuando los balones llegan rasos, los jugadores quedan siempre a expensas de lo que quiera hacer la pelota, de los rebotes. Es muy difícil”, reconoce el antiguo ariete de 38 años.
Pero también son esas dificultades adicionales las que hacen que el beach soccer sea más espectacular si cabe: “Ese carácter imprevisible obliga a los jugadores a utilizar todavía más la imaginación. Tal y como se juega en la arena, y al tener los futbolistas una técnica muy buena, el fútbol playa es espectacular. ¡Las acrobacias son la imagen de marca del beach soccer!”.
Y, hablando de acrobacias, las últimas palabras de Nuno Gomes fueron para la gran estrella de la selección portuguesa y uno de los grandes artistas del beach soccer mundial. “Madjer, él sí, es el gran embajador del fútbol playa portugués. Ya ha ganado grandes títulos y es el máximo exponente de esta modalidad, sin duda, y por tanto comparable a otros grandes números 7, como Luís Figo o Cristiano Ronaldo”.
Fuente y foto: fifa.com